lunes, 4 de febrero de 2008

Sheila Gutiérrez

Invisible

Como cada día
camino, camino sobre mis pasos.
La lluvia cae de nuevo sobre mis hombros.
Me moja, me cubre, la siento.
Somos una misma.

En la calle, todos la perciben pero ninguno la ve.
Las gotas caen pero nadie parece prestarles importancia.
Igual que a mí.
Soy invisible como esas gotas.
Como muchas mujeres.

Un nuevo día llega.
El sol entra por la ventana.
Me sonríe, me acaricia, me abraza.
Es cálido.
Salgo a la calle.
Nuevamente camino, camino sobre mis pasos
y al igual que la lluvia nadie parece notar al rey sol.

Soy como el sol, algunos nos perciben
pero somos invisibles para la mayoría,
no importa qué tan brillantes seamos ambos.
La lluvia, el sol y yo somos invisibles,
Igual que muchas mujeres.

Estoy en casa, hoy no camino sólo observo mis pies
El aire mece los árboles, se columpia con ellos.
Cubre mi rostro, juega mis cabellos, me susurra al oído:
“hola otra vez, te quiero”.
Enjuga una lágrima que se desliza por mi rostro.
Comparte su soledad conmigo,
Comparto mi soledad con él.

El aire, la lluvia, el sol y yo somos invisibles para muchos.

Pero el aire, la lluvia, el sol y yo somos amigos.
La lluvia y yo somos una.
El sol es cálido, me sonríe, me abraza.
El aire me susurra al oído, juega mis cabellos.
Comparto mi soledad con ellos.
Ellos comparten su soledad conmigo.
Igual que muchas mujeres.


La lluvia, el sol, el aire y yo somos invisibles,
Pocos nos perciben, casi nadie nos ve,
Pero al igual que ellos,
esas mujeres y yo vivimos la vida,
descubrimos el mundo,
nos sorprendemos por el vuelo de una mariposa,
dormimos tranquilas aunque estemos solas.

La lluvia, el sol, el aire y yo somos amigos,
No conozco a esas otras mujeres invisibles
No las veo
Pero el día que pueda hacerlo
seguramente tendremos mucho que compartir,
como yo lo hago todos los días con la lluvia, el aire y el sol.

A quién le importa si el resto del mundo no me ve.


MORIR NO ES PARA MI

Yo sí le tengo miedo a la muerte.
Pensar en ella me asusta.

Amo soñar, cierro los ojos noche tras noche,
pensando en todo lo que hay que hacer.
Volar, cruzar, comer, nadar, sentir, amar… vivir.

Vivir… morir no es para mí.

Cuando no sueño sí pienso en ella…
Me asusta verla, todo es oscuro, no hay nada más.
No más solsticios, no más estrellas, no más cascadas.

Morir no es para mí.

Me niego a dejar de respirar.
No acepto dejar de ver el sol, sus puestas, su brillo.
La luna, las nubes, el agua y la arena

Yo sí le tengo miedo a la muerte.
Pensar en ella me asusta.
Morir no es para mí.

Me aterra no tener tiempo para recorrer el orbe,
ver los colores, oler mil flores,
trepar montañas, cruzar desiertos.

Yo sí le tengo miedo a la muerte
Pensar en ella, me asusta y mucho.

No quiero verla, no quiero verla
yo pido tiempo para vivir,
el mundo es grande y el tiempo poco
yo quiero verlo de punta a fin.

Hoy lo he aceptado.
Morir… no es para mí.



Sheila Gutiérrez
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas