martes, 1 de abril de 2008

María del Valle Rubio

Mujer

Quién trastocó tu vida
equivocó tu sino, convenciéndote
de que siendo mujer nunca podrías
mirar con otros ojos
los colores del mundo.
Andabas los caminos, resignada,
con tu carga de amor, balanceando
el miedo, acurrucando el ansia,
portando tu estandarte para ser
pregonera y artífice.
Supiste bien que el padre te hace buena,
y que el marido: santa.
Como el agua a la fuente llegó el hijo,
el grito, la pasión, el llanto,
la tragedia de amar: no ser amada.
Y la sorpresa de volver de nuevo
a renacer con brío sobre tantas cenizas.


Y PUEDO SER

Ampárame, Señor, de este loco correr sin horizonte, sin pensamiento sano o referencia que me libere del agobio continuo. He dicho basta a la hora soez que me flagela y me llena de encargos, me pellizca las ansias. Y puedo ser doctora a la una, lavandera a las tres, mujer embarazada cuando me miro el vientre, y sutil defensora de los derechos de los otros humanos, mientras voy consumiéndome sin compasión alguna. Como ave perpetua que en su vuelo se ahoga, yo avanzo convencida y en ejercicio, de que no puedo ser tantas mujeres como mi piel alberga.




María del Valle Rubio, Chucena (Huelva). Es diplomada en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla. Escritora y pintora. Su nombre aparece en diversas antologías y estudios, tales como la Quinta Antología de”Adonais” (Ediciones Rialp, 1993). En el 2002 y en el 2008 ha sido finalista del Premio de la Crítica Andaluza. Premios: Derrota de una reflexión (Adonais, Madrid, 1986), Museo interior (Premio "Rafael Alberti”, Cádiz, 1990), La hoguera infinita (Premio "San Juan de la Cruz", Ávila, 1992), Sin palabras (Premio "Rosalía de Castro",Córdoba, 1996), Donde nace el desvelo (Premio “Antonio González de Lama” , León, 2001, (Inusitada luz (Huelva 2007)…,