lunes, 7 de abril de 2008

Hortensia Carrasco Santos

Bosquejo de una mujer en su cuarto
Una mujer rasguña espejos
y no hay sombra en que se mire,
mientras un suelo desgastado
le come los zapatos,
el líquido marino de sus lagrimales
cae en su falda triste,
en su falda de retazos de amores
descosidos, deshilachados.
La misma mujer
se quita la imagen postiza,
desenreda las horas
y las teje con agujas de impaciencia.
Atraviesa la una de la mañana
y un puñado de perros coléricos
se comen el eco de un gallo solo
como la mujer
que todavía araña espejos.
La mujer vivede un lado a otro de su casa rota
y a ratos espera algo de su lenta suerte.
está ahí,con los zapatos carcomidos
y su mal zurcida falda,
con su anatomía de múltiples desvelos,
con el odio vencido, con el perdón a cuestas.
Una mujer se sujetaa las imágenes raídas de las fotografías,
a las historias gastadas de sus propios hijos,
sostiene techos, paredes, puertas,noches, silencio.
Encuentra raíces sucias de cartas sucias,
absorbe alcohol y el perfume ingrato
de flores tuertas, de pisoteadas calles,
de ropa recién lavada
con sus recién nacidas lágrimas.



CALLEJÓN DE SAN PABLO Las mujeres son como vasijascon vientres desoladosy hueca disposición a humedecer las flores.


Hortensia Carrasco Santos nació en 1971 en Acatlán de Osorio, Puebla. Estudio la carrera de Comunicación y periodismo en la UNAM, misma que ha ejercido en diarios como el unomásuno, El Universal Grafico y el Nacional; así como en la revista México desconocido y actualmente en la revista Desarrollo económico. En 1999 obtuvo el Premio Interamericano de Poesía Navachiste Jóvenes Creadores con el poemario "Jaulas Ocultas". En el 2000 la Universidad Autónoma del Estado de México le publica el poemario "Ciudad como seca hierba".