jueves, 27 de marzo de 2008

Patricia Schaefer Röder

Demasiado real

4:30 a.m.
tu cuerpo despierta solo
a la rutina del día
se levanta, despereza
aseas tu yo de pies a cabeza
hay que trabajar
como siempre

calendarios que juegan sucio
congelando el tiempo
en un eterno tormento
ocupada la mente
olvidas tu vida
para sobrevivirla
un día a la vez

trabajo, trabajo, trabajo
niños, escuela, deberes
casa, trabajo, marido
el día lleno de quehaceres
¿y la vida, dónde queda?
allá colgada con la ropa
decolorándose al sol
reseca en el tendedero
de tus miserias

“es tan real y fuerte”
pensaste al verlo
“apasionado, impetuoso”
al conocerlo
enamorándote
hace una eternidad
mariposa flotando alegre
hacia el relámpago
demasiado real
distraída recordando
sueñas con tu pasado
mientras los gritos te empujan
a refugiarte en el trabajo

ya tus labios no sonríen
no saben cómo hacerlo
año tras año
jugando al escondite
contigo misma
ocultando la herida
de los insultos

vejada te aíslas
del resto del mundo
lágrima a lágrima
crece la represa
enfermando
decayendo
creyéndolo todo
marchitándote
lentamente muriendo

9:00 p.m.
al fin
tu alma despertó
sacudida por el jarrón
que lograste esquivar

después de tanto tiempo
la moneda cayó en su lugar
la máquina aún funciona
sabe qué hacer
siempre lo supo
sólo que no lo sabía

tranquila
resiste un poco más
el espíritu toma impulso
para lanzarse
a volar

3:30 a.m.
los sentidos alertas
el corazón preparado
duerme la borrachera
te mueves rápida y ligera
recoges tu existencia
en jirones de polvo
pero tuya
libre y soberana
dueña de tu destino
ríe tu alma junto a los niños
serena, madura
amanece temprano
en la carretera
de tu existencia
los naranjas más hermosos
te hinchan de ilusiones
loca por vivir de nuevo
tú y tus hijos
no falta nada
nunca más


Madre

eres la ola que rebasa el dique
de mis párpados
soy tu reflejo indomable
me veo en tu alma
y pienso:
¡no puedo hacerlo!
no quiero hacerlo

es inútil
te amo por lo que eres
un arco iris de flores
hacendosas productoras de néctar
que los pájaros roban
las abejas usan
sin permiso
lo transforman
te dejas robar
no quiero ser igual
no puedo ser igual
¡quiero ser yo quien fabrique la miel!
al fin y al cabo
siempre lo fui

yo también robé tu néctar

pasan los días
pasan todos los momentos del mundo
pasa adelante el polvo
que añeja mis recuerdos
sigo allí
viendo el espejo
reconociendo tu mirada

fuimos una
hace siglos
una se desdobló en dos
otra se volvió a desdoblar
somos tres

eres el pensamiento alado
preso de las circunstancias
los grilletes
no te dejaron alzar el vuelo
tu alma escapaba
de cuando en vez
pero siempre regresó

sentiste tu pasado
acaricias el presente
tiernamente
ahora
hazte eco del futuro
¡por favor!
lo necesito.


Patricia Schaefer Röder nació y se crió en Caracas, Venezuela, donde estudió Biología y publicó sus primeros ensayos. Vivió en Heidelberg, Alemania y en Nueva York, EEUU. Allí se dedicó a la traducción y las artes editoriales. Desde el año 2004 vive en Guaynabo, Puerto Rico, donde dirige su propia empresa de traducción y producción editorial. En los últimos años, Patricia se ha vuelto merecedora de premios literarios en Concursos internacionales.