Mujer sin celestes
Limpiando la casa de señores lunas
triste es la suerte
la famala figurade la clavada al suelo
y al mueble con espejos.
Ella va con su cuerpo removiendo los barros
porque para sacarlos
ha matado su orgullo con olores
ha sepultado el sueño de su vientre.
No me entendáiscon útiles de aseo se comprende el poema
vivido de mujer sin celestes.
¡Qué juego de tijerasde imágenes
de verdes papelitos de la comprase han abierto a las manos
tantas manos!Yo discutí unas veces con la araña
y los mosquitospara que se marcharan de los pulcros rincones
que vaciaba de polvo y de vida.
quería ver las aguas jabonosas
salirse por las casas
jugar con las burbujas
detener el lamento de la escoba en el suelo
alargara
cortaresa rutina.Dolorosos los cristos de mujeres cristales
de las evas fregonas
de las vírgenes ropas
de las madres distantes.
Entre sus hijos y ellas hay un espacios
anto crudo hay un parir de pieles trabajoso.
Hoy llora despacio despacito como pasos de hormigas
por los cuartos...pensando que la luna que mira
quizás la hará más blanca,
mientras va por las casas
aclarándolo todo.
(Libro: De Raíz. Voces de mujeres en torno a la inmigración; de la editorial Horas y Horas. 2003)
Cuántos
jueces
padres
sacerdotes
viven en mí
cuántos carceleros.
Hasta dónde sin ellos
llegarían mis alas
.Cuántas desde mi ser volaran
cuántas.
...
Marina Tapia Pérez y soy coordinadora del grupo: "Compartir Poesía" de la Fundación Entredós de Madrid. Desarrollo diversas disciplinas artísticas con la idea de que existe una comunión entre las artes la creatividad. Nací en Valparaíso, Chile y llevo viviendo en Madrid ocho años. He publicado en revistas como Duoda y en el libro De Raíz de la editorial Horas y Horas.