lunes, 24 de marzo de 2008

Antonio Marín Albalate

Para que mañána no sea más nunca
Muere de muerte lejana
la que ama al viento.

ALEJANDRA PIZARNIK



Paloma rota, así pensada en solitario
Bajo la rosa de sangre que, en el nombre
Del dolor, al cielo su cáliz terrible alza;
Tú que mides el tamaño de la angustia,
El lamentable territorio de la tristeza:

Levántate ya pantera y, con zarpa de luz,
Desmonta los silencios de la sombra
Donde reposan las cenizas del miedo.

Contra el crimen del obsceno animal,
Levanta el carmín de tu voz, mujer.

Y, más allá de la espina dorsal del sueño,
Muestra que todavía es posible la vida.




Antonio Marín Albalate (Cartagena, 1955), autodidacta, ha publicado, entre otros, los libros de poesía: “Oscura voz” (Sevilla, 1992); “Barcaiar” (Vitoria, 1996); “Escalera de palabras para bajar” (Cartagena 1998); “La memoria del viento” (Madrid, 1998); “Todavía la nieve en la palabra” (Madrid, 2000); “Ángel de tierra” (León, 2001); “Cebollas azules para un Blues” (Gran Canaria, 2002); “La nieve toda” (Murcia, 2003; “Bajo whisky” (Córdoba, 2004); “Sombra de lo siniestro” (Madrid, 2007).Es responsable de coordinar, entre otros, los libros: “Trazado con Hierro” (Madrid, 2003) y “Tributo a Serrat” (Madrid, 207).