martes, 4 de marzo de 2008

Nayris

Otra mujer no le vende su rostro a la violencia
1

Otra mujer no le vende su rostro a la violencia
de quien la asalta con obstáculos
luego de abrirle las venas.

Bajo la piel esconderá la paz
de nuevo la música armoniosa que por las noches le alimenta
al filo de noviembre como un diluvio
Dentro de su celda
prepara el equipaje que la acompañará en el vuelo.

A su favor lleva la soledad ajena de las cosas cotidianas
disuelta la sustancia de la ira
ella baila un Pas de Deux entre los escombros como una paloma
mientras posa la ternura en el corazón de su amante.

2
Más allá de las sombras
envueltos en la orfandad de la noche
existen dos rostros que se observan
aún cuando no pueda palpar cada uno la adhesión del otro.
A la luz diminuta de un candil
permanecen sentados y escapa del silencio toda la ternura de este otoño
Cerrar los ojos
retener el aliento con la sed en la garganta
es un oficio difícil para quienes se convierten en el destino
o se escudan en el brevisimo instante de perderse.

3

La mujer perdida entre la niebla
que azota a la ciudad errante
no descubre la señal en la espera de sus antepasados
Milagrosa será la oscuridad que se avecina
a ese rostro cercano
cuando decrece en la aproximación del hielo
y castra su itinerario la ignominia.



Una sola pierna

Mi tía tiene una sola pierna
y camina por la casa en una silla de ruedas
en su mirada se posan las gaviotas
naufragas después del solsticio
Con vuelo olvidadizo rememora los días de antes
la floración prematura de su juventud
la soledad que siempre fue su costumbre
De vez en cuando subasta para nosotros
las historias de los tiempos mejores
en la intimidad de la sala
Le pone un precio justo a sus vivencias
y con noventa y seis años todavía no conoce el fraude
en la sagacidad el recuerdo se vuelve luminoso
Mi tía tiene una sola pierna
pero respira de espaldas a las depresiones
Ella se descubre todas las mañanas
y se asombra de muchas cosas
sobretodo de lo que se va yendo
incapturable en la torpeza
su alevosía es como las lilas que nunca se marchitan
Mi tía tiene una sola pierna
pero - estoy viva- me dice
mientras espera…

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Nayris. Cuba. Licenciada en Estudios Socioculturales de la UMCC. Premios Premio “Andrés García Madrid” España 2003.Mención en el Premio Nósside 2006, Italia. Mención en Premio Nacional “José Antonio Portuondo”, La Habana, 2006. Ha publicado en varias Antologías en Cuba y el extranjero. Publicó su libro: El silencio nos murmura. Ediciones Aldabón 2000.