martes, 1 de abril de 2008

Violeta Olivares Fernández

Frío el cadalso


frío mi ser,
mi piel lacerada
mis huesos partidos,
hambre, dolor sin razón,
desnudo mi cuerpo
cansado el vivir
son noches y días
no dejan dormir,
el ruin carcelero
capitán militar
te azota, te viola
y te vuelve a violar,
indolente y brutal
burlesco,
grotesco
saborea ser vil
conjuga sus palos
con eterno sufrir............
Oscura la cárcel
sola yo no estoy
son cientos y miles,
presos un montón,
las hordas funestas
de metralla y fusil
avasalla mi pueblo
en pos del poder,
mi padre, mi hermano
mi esposo leal
ni siquiera pudieron preguntar
baleados fueron ellos y otros más
sin respetar la angustia de lo demás,
mi madre clamaba
mis hijos lloraban
sin causa ninguna
a mi me llevaban,
sería pecado
ser maestra rural
apasionada de los versos de la Mistral..........
¡Culpable!, fue el veredicto
del régimen dictatorial
para ellos es delito
la democracia enseñar................
La tarde cae silente
se viste de azul añil
y en un día de abril
echada es mi suerte
hoy debo morir
y así he de partir
sin un cura en mi agonía
sin un rosario rezado
sin la mirada de mi dulce madre
sin el abrazo de mis hijos
sin el beso de mi amado
sin una flor en mi tumba
sin una cruz con mi nombre
y mi poema inconcluso...........
Mi pecho se tiñe de rojo
acoge la bala fatal
mi cuerpo frágil, casi inerte
antes de cobijar la muerte
se deleita al saber con ciencia cierta
que con sus opresores, algún día
serán confrontados en el Juicio Final.



Poema inspirado en los miles de torturados, muertos y desaparecidos en la dictadura de más de 17 años de Augusto Pinochet Ugarte.


Violeta Olivares Fernández, chilena, casada, una hija, maestra normalista y educadora de párvulos, voluntaria de la ONG Ambientalista CODEFF ( Corporación Nacional Pro Defensa de la Fauna y Flora) y presidenta de Centro Cultural “Rayén Quitral” y coralista de su Coro. Escribo y recito desde pequeña, participando en algunos certámenes literarios y a veces mis escritos han sido premiados.