martes, 1 de abril de 2008

Ana Martín Puigpelat

Si las cocinas hablasen
Cocina. Atemporal. La luz según avance la escena podría tornarse a rojo, pero no rojo puticlub, rojo sangre, rojo hostia en la piel, rojo arrebol. Voz en off.

Dolor es otra cosa,
dolor es diferente.

Si yo tuviera brazos o una lengua precisa.

A veces la golpea contra mí
y siento su calor
y entonces un olor se impregna a mis paredes
y sé que huelo a miedo como ella
y sé que huelo a sangre
-yo que nunca la tuve-
y sé que huelo a humillación
y sé que duele.

Pero el dolor es otra cosa.

El dolor es mirarla cómo calla
cómo mira sin ver por si la espía
cómo seca sus lágrimas igual que seca un plato
cómo seca su sangre igual que seca el sur
cómo esconde su cuerpo del presente
cómo muere en la tarde.

El dolor para ella es otra cosa,
lo supe desde siempre
pero no me lo cuenta.

Ayer cogió un cuchillo
recorrió con su filo límites de mi espacio
y luego por su piel
dibujaba los signos de los gritos que ignora.

Entonces tuve miedo,
olía como ella
y no pude gritar.

Mas no tuve dolor,
dolor es otra cosa
que una pared no entiende.


GÉNERO

Ser mujer impone cicatrices
que ni el destino sana ni lamenta.


ANA MARTÍN PUIGPELAT (Madrid.-1968) Libros de poesía publicados: Los amores de los días equivocados, Álbum de fotos, Los enemigos del alma, Naranjas robadas, Estado de noria. De la noche a la noche. Está incluida en varias antologías y obtuvo los premios: Jóvenes creadores del Ayuntamiento de Madrid, Ciudad de Miranda, Voces de Chamamé, Marina Romero y La bufanda.Trabaja habitualmente en montajes teatrales y ha estrenado varios textos.