lunes, 31 de marzo de 2008

Claudia Leticia Forcade Palacios

Una mente podrida
Que angustia el alma
Un insomnio de olvido
Que se enfrenta al alba

Y ahora nada me calma
Todos me rodean
Los fantasmas existen
Aunque nadie lo crea

Se mueven sigilosamente
Con un placer mundano
Es un juego de la mente
Que al conocerme, es en vano

Un dolor en el vacío
Es más que la autodestrucción
Es la destrucción de lo que uno ama
Es tener miedo al amor



Un día de soledad y silencio
No emito sonido ni pensamiento
Solo se encuentra el viento
Que isola el calor de mí

Y llega el momento en que deparo
Que yo misma me coloca en el amparo
De ser uno con un dos muy lejano
Tanto que el tres se fue y no lo vi

Y busco a mi dios como un intento
De reconquistar la utilidad de este invento
Que una vez se propuso vivir un cuento
Y recién ha vuelto a vivir la realidad

Pero ninguna historia fue en vano
Ni la mortalidad lenta y el rápido desengaño
Sólo ahora puedo ver el tamaño
De la compañía de Dios ante mí


Claudia Leticia Forcade Palacios.