martes, 4 de marzo de 2008

Luisa Futoransky

Por mano propia
Un viernes andaluz, Manoli, pintora de 41 años, se ahorcó de la cruz de la cancela en el cementerio de Puente Genil, Córdoba.
El cuerpo fue hallado por el sepulturero al llegar a su trabajo. La mujer se había practicado previamente unos cortes en las muñecas y con su sangre escribió sobre el asfalto el nombre de Diego.
"La familia no ha querido revelar la clave sentimental del gesto", concluye el recorte que hoy, a dieciséis años del drama, arrojo a la papelera porque entender los estragos de la pasión ya no me sirve.
Tierra incendiada por mano propia, es cierto, pero instigadores, tábanos del desmadre como nubes, haber los hubo. Repito y me convenzo: La exaltación, la vehemencia me son ajenas. Se parecen a esas espinas fósiles de pescados y caracolas remotas que descubren los arqueólogos y pretenden hacernos creer que aquí, en este desierto de dunas ni siquiera movedizas, existió un mar con palmeras y en la orilla, terebintos y profetas febriles y enamoradizos para templar la sed.
Pamplinas, Manoli.
Y si no, te conjuro a que desde la eternidad del desamparo, me lo desmientas, Manoli.


POR MANO AJENA

En la plaza del ayuntamiento de Cádiz, el sábado a medianoche Tamar, de 19, falleció degollada a manos de Miriam, de 21. La reyerta fue por celos.
El Concejal de Seguridad, Francisco Carnota, expresó consternación por el incidente, insistió en tal calificación, protagonizado por las jóvenes gaditanas.
“Es un acto desagradable, dijo, es incomprensible que se llegue a tan fatal extremo por causas que no son tan importantes, como un asunto amoroso”.
Bíblicas las veinteañeras. Estúpido el concejal. Eficaz el punzón.
Cebadas, las palmeras de la plaza esperan, penachos al viento, la próxima tragedia, cruza de arideces y demencia lunar.

Record

Las mujeres de Bangladesh son las peor tratadas del mundo: En 2002, fueron 988 las quemadas de gravedad con ácido. En las droguerías el vaso de vitriolo cuesta diez centavos de euro. Un proverbio bengalí: El hombre a quien se le muere la mujer tiene suerte. No la tiene el hombre a quien se le muere una vaca.


LUISA FUTORANSKY, email: luisa.futoransky@orange.fr email:luisa.futor@gmail.com. Argentina. Hace más de 25 años que vive en París. Entre sus libros de poesía destacan,: Partir, digo. Editorial Prometeo, Valencia, España. La sanguina. Ediciones Taifa, Barcelona, España. Antología del Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires, Argentina Prender de gajo, Calambur, Madrid. Inclinaciones, Leviatán, Buenos Aires, Argentina Seqüana Barrosa, EH Editores, Jerez, España En 2007 publicó Desaires con fotos de José Antonio Berni, editado por el Centro de Arte Moderno de Madrid y en 2008 la edición francesa por la misma editorial En novela: Son cuentos chinos, Editorial Planeta, Buenos Aires, Argentina. De Pe a Pa, Editorial Anagrama, Barcelona, España. Urracas, Editorial Planeta, Buenos Aires, Argentina. En ensayo: Pelos, Ediciones Temas de Hoy, Madrid, España. Lunas de miel, ensayo, Espasa Calpe, España