LAS MALDECIDAS
Vive en mí la más poderosa necesidad
de no soportar ni un día más
la ignominia ni el desprestigio
Llevo el grito de las Maldecidas en mi pecho
Hijas de la Vergüenza
las Maldecidas somos
mujeres vivas
con responsabilidad
con inteligencia y sexo
Amamos
y si tenemos hijos
respondemos por ellos
aunque nos llamen putas
o nos desprestigien
La maldición cae
sobre la casa de mis hermanas
cuando nuestra palabra
es puesta en duda
a favor de un borracho
de un irresponsable
o simplemente de uno
que por haber nacido hombre
entera la sociedad lo apoya
Porque cuando él dice NO
ese bebé se queda
por el resto de su vida
sin padre
pues no hay ley ni poder en mi patria
capaz de defender
una palabra de mujer
La Maldecida hoy cuelga el hábito
Y sale a la calle
a desarticular
tradición, maldición e injusticia
Nunca más una de nosotras bajará la cabeza
humillada por la proeza
de haber pagado el precio sola
como si en verdad hubiese culpa
Y de nosotras
hoy crecen hijos nuevos
hijos libres
de toda maldición y ceguera
Pues a nosotras se unen
valientes, visionarios
y vanguardistas
dispuestos
por encima del género
la tradición, la irresponsabilidad
o la cobardía
a hacer valer la Verdad
ante la Sociedad y la Vida
ZONA DE DESASTRE
Dios, tengo un soldado metido
en medio de mis sistemas
uno de esos que tanto odio
de los que no ven no se inmutan
que sólo buscan la muerte
Tengo ya dos soldados al centro
y los dos son mis contrarios
Ya son diez los que han entrado
la mira puesta en la vida
con tanto asesino adentro
tan sólo se escucha un mudo
viento pleno de horrores
el toque de guerra es quedo
pero el redoble
siniestro
En este humano terreno
la lucha se libra expuestas
sin un amigo o trinchera
de donde sacar coraje
apesta lo muerto infecto
de la traición, la derrota
Se ha empezado a hundir el suelo
de tanta sangre ensopado
ya la creciente amenaza
a mi cimiento maestro
Dios
con tanta guerra por dentro
¡estoy matando la vida!
Kary Cerda, poeta y fotógrafa, nace en Tabasco, México. Su primer poema se publica en 1981 en Paris, Francia por la Editorial Caracteres. Representó a la Unión de Escritores de Francia en Montreal, Canadá. Ha realizado más de 100 recitales y lecturas poéticas. Se han publicado 4 libros con sus poesías, un Cd con los poemas de su libro Usumacintamente, convertidos en canción y 20 libros ilustrados con sus fotografías
Vive en mí la más poderosa necesidad
de no soportar ni un día más
la ignominia ni el desprestigio
Llevo el grito de las Maldecidas en mi pecho
Hijas de la Vergüenza
las Maldecidas somos
mujeres vivas
con responsabilidad
con inteligencia y sexo
Amamos
y si tenemos hijos
respondemos por ellos
aunque nos llamen putas
o nos desprestigien
La maldición cae
sobre la casa de mis hermanas
cuando nuestra palabra
es puesta en duda
a favor de un borracho
de un irresponsable
o simplemente de uno
que por haber nacido hombre
entera la sociedad lo apoya
Porque cuando él dice NO
ese bebé se queda
por el resto de su vida
sin padre
pues no hay ley ni poder en mi patria
capaz de defender
una palabra de mujer
La Maldecida hoy cuelga el hábito
Y sale a la calle
a desarticular
tradición, maldición e injusticia
Nunca más una de nosotras bajará la cabeza
humillada por la proeza
de haber pagado el precio sola
como si en verdad hubiese culpa
Y de nosotras
hoy crecen hijos nuevos
hijos libres
de toda maldición y ceguera
Pues a nosotras se unen
valientes, visionarios
y vanguardistas
dispuestos
por encima del género
la tradición, la irresponsabilidad
o la cobardía
a hacer valer la Verdad
ante la Sociedad y la Vida
ZONA DE DESASTRE
Dios, tengo un soldado metido
en medio de mis sistemas
uno de esos que tanto odio
de los que no ven no se inmutan
que sólo buscan la muerte
Tengo ya dos soldados al centro
y los dos son mis contrarios
Ya son diez los que han entrado
la mira puesta en la vida
con tanto asesino adentro
tan sólo se escucha un mudo
viento pleno de horrores
el toque de guerra es quedo
pero el redoble
siniestro
En este humano terreno
la lucha se libra expuestas
sin un amigo o trinchera
de donde sacar coraje
apesta lo muerto infecto
de la traición, la derrota
Se ha empezado a hundir el suelo
de tanta sangre ensopado
ya la creciente amenaza
a mi cimiento maestro
Dios
con tanta guerra por dentro
¡estoy matando la vida!
Kary Cerda, poeta y fotógrafa, nace en Tabasco, México. Su primer poema se publica en 1981 en Paris, Francia por la Editorial Caracteres. Representó a la Unión de Escritores de Francia en Montreal, Canadá. Ha realizado más de 100 recitales y lecturas poéticas. Se han publicado 4 libros con sus poesías, un Cd con los poemas de su libro Usumacintamente, convertidos en canción y 20 libros ilustrados con sus fotografías