jueves, 27 de marzo de 2008

Mª Fernanda Trujillo

Eterna marioneta

Quedó hueca la sonrisa.
La mirada acabó enajenada en un desvío,
en el tiempo que nunca más existe.

La duda y la autocompasión
se instalaron en un abandono sin esperas,
en un vacío de sorpresas, habitadas en la certidumbre de lo irremediable.

Quedó la primavera destemplada,
las mañanas escaparon sin maquillar,
la playa despojada
de la sombra tibia de los amantes.


Y la angustia como cristales hasta el tuétano,
entre los dedos agarrotados de ausencias
al filo de un auricular ávido de reencuentros.
La almohada que reclinaba los besos antiguos
sabe a miedo. Huele a la sospecha por despertarde un sueño repetido,
donde jamás acude el deseo.
Quedó un cubierto sobre la mesa inapetente,
y un reloj donde los minutos congelaron la costumbre.

Se eternizó la marionetasuspendida en la telaraña de la indiferencia.


Mª Fernanda Trujillo, Sevilla, España, aunque reside en la comarca del Aljarafe sevillano. Empleada en una multinacional, escribe relatos y poemas en su escaso tiempo libre,habiendo cosechados varios premios en ambas modalidades en su país en los últimos tres años