miércoles, 30 de abril de 2008

Alicia Albornoz Bueno

INSULSA RUEDA

Interrogante golondrina
cuestiono el camino de la estrella

¿A dónde te lleva el viento?

Gira su rueda insulsa
el carrusel del mundo

La diaria pesadilla del agobio
revela el sentido de la vida

Cabizbaja flor
silenciosa almendra envuelta en tela parda
que no sabe de mundo
la soledad se crispa en su egoísmo

Como un desacato la luz llega a mis ojos
y el candor del sueño me lleva en alas lánguidas

Quiero deslizarme en lo que vivo

Recuperar el mundo

Empaparme con el agua de la lluvia
Busco un latido para mi existencia

Todo parece una nota que se repite en vano
una historia sin fin
voraz camino

Quién tuviera
la soledad feliz del cóndor

Para apropiarme del agua de la lluvia
salgo a olfatear el Universo
a envolverme en su humedad de vida

Quebrando la tierra con su trueno
el resplandor del rayo trae
un más allá lejano
Cuando las gotas salpiquen mi alma
sabré que vivo

Tal vez comprenda que aún mi tacto siente
y asome a la vida encontrándome
como quien va al pozo por agua
y se ve reflejada en el fondo

Tal vez sepa que vivo
en el silencio gris de la mojada tarde

Vagabunda que encuentra un campo abierto
en el verde infinito de la cadencia
una moneda en mis alforjas guardo

¿Dónde está del Universo el orden?
¿Dónde las torres campanas de silencios?

¿Dónde el odre que macera los sabores?

Hilacha de niebla el alma
péndulo entre quimeras
espejo en laberinto de reflejos

De brumas están cansadas mis pupilas


Negrura de vacíos
polvo encadenado en el Misterio
el hombre deambula por caminos turbulentos

Sigue la estrella un distante orden

En mi talega negra guardo una moneda


QUEBRANTADO ESPEJO

Montaña hueca
la pirámide de sueños
se derrumba

Mi yo acorralado
interrogante
ave devastada
por la ansiedad del mundo

Alfarero sin manos el destino
hacedor de viento ausente
conductor de fantasmas
al olvido asido

¿Recuerdas el nogal frondoso?

Serpenteaba la luz un juego de hojas

Se llenaba el horizonte
de purpúreas notas


Agonía del árbol
planta gris de olvido

Cristales cercenan mi garganta

Intrusa la memoria
puerta sin goznes
mi ser invade

Amarillento calendario de ayeres

Hilandera sin rueca soy
tejedora que olvidó el punto
para enhebrar mañanas

Se quebranta el espejo

Me derrumbo
ALCATRAZ SIN AGUA

Escaparate quieto
el tiempo se detiene

Cansancio largo de silencios

Mi pensamiento es un pez
que hil-va-na el agua

Densas las horas
madeja de relojes atrapados en la arena

Ansiedad de alas en el firmamento

No sé por qué me invade la tristeza

Prefacio

Simulacro de muerte

Pesadilla

La casa no es la misma

Las risas sólo habitan
las paredes mudas

Es una herida la tierra
Alcatraz sin agua
el alma se derrumba



GOTAS Y HELIOTROPOS

En paréntesis de invierno
vestida de letargos
la vida espera

Substancia pierde el tacto

Como intensa piedra
en el camino abierto voy


Lo cotidiano me estrangula

La vida
-océano turbio-
selva de corales negros

¿Dónde el rayo de luz?
¿Dónde la lluvia
que promete surcos
en la tierra yerma?

La memoria
boca sedienta de luna
frasco de perfume

El mundo me reclama

Péndulo soy
en el color del tiempo

Quiero un reposo de musgo

Quiero una pausa en la estepa

Un recreo de gotas y heliotropos



Alicia Albornoz Bueno nació en Quito, Ecuador. Cursó en la UNAM Letras Españolas e Inglesas; Maestría en Humanidades en la Universidad Anáhuac. Catedrática de Literatura y Estudios Latinoamericanos en Universidades de México y Ecuador. Autora de La Memoria del Olvido, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo; La Voz del Paisaje, 1993, dos ediciones. Participó en el libro de cuentos Veneno que Fascina. Ganó el Premio Nacional de Cuento Tintanueva 2006.