lunes, 24 de marzo de 2008

Luciana A. Mellado

Sangre

La niña sangra y en hembra la transforman
y el juego se suspende sin pausa y sin aviso.
Despiertan sed sus nuevas humedades
y la arena es barro en sus manos aún torpes.

Los perros domésticos hociquean su sexo
intolerantes al disimulo de una sangre
que cambiará de color en cada parto.

Los ojos de la niña se espesaron
ya no ve ramos de transparencias en el aire.

Y ya entrada la noche

Y ya entrada la noche cuida el lenguaje
como se cuida a los hijos enfermos o a la madre débil.
Aprende a ver en la oscuridad verdosa de sus noches
silencio que aplaca la costumbre reverberante del espejo
que le devuelve su imagen y el sonido de la ropa
que hoy nadie quita ni espera.

- Ningún perro puede morder su propia cola - piensa
y entonces se equivoca y sale al mundo
porque cree que está sola
porque cree que conoce la naturaleza de su deseo,
mundano afecto inenarrable hacia los otros.

Si soñar la liberara un poco soñaría
que muere en un cadalso
que se eleva con los brazos abiertos
como quien va a volar y vuela.
Pero soñar ocurre con voceos entrecortados,
presentimientos de una aurora que se resiste, batalladora.

Nadie muere en la víspera le dicen en su sueño.
pero ella advierte al despertarse el repique de unas llaves,
su golpeteo incesante en los rosados dedos
de un verdugo impiadoso.


(En Mellado, Luciana. Las niñas del espejo. Bs. As. Botella al mar, 2006)



Luciana A. Mellado (Capital Federal - Argentina, 1976). Docente e investigadora universitaria. Recibió el Premio Academia Argentina de Letras (2000) y obtuvo las becas de la Agencia Española de Cooperación Internacional (2000) y del Fondo Nacional de las Artes (2006). Coordinadora de talleres de escritura para niños y adultos. En 2006 publica su poemario Las niñas del espejo (Buenos Aires: Editorial Botella al mar). Su segundo libro, Crujir el habla, está en prensa.