jueves, 6 de marzo de 2008

Olivia Villoria

NEGRA

Un alarido negro rompe la tarde clara.
Llanto iniciático,
risas fraternas.
Carbón entre carbones, es bienvenida.

Pasitos breves, ropita nueva
hoy van los niños para la escuela.
Boquitas dulces, sonrisas frescas
la tierra se alegra con esas huellas de la ternura.
Pasitos negros, moñitos nuevos
negrita cumba cumbá.
Hiela la vida.

La piel de tinta, brillo azabache, es cuero sucio.
La boca grande, hecha de besos, es bemba’e burra.
Amplias caderas, cuida el tesoro del sexo oscuro
hecho para el amor, para la vida.
Mas, es hediondo,
según las voces de un mundo blanco.

Botones de rizos son su corona.
No la llames pelo quieto ni chicharrona.
¿¡Bruta es la obra de sus manos!?
¿¡Torpe el artificio de su mente!?
Cómo duelen las piedras de la acera de enfrente.

Si yo soy yo y tú eres tú,
si tú eres yo y yo soy tú,
uno solo, un corazón,
¿por qué te reservas el derecho de admisión?.


Olivia Villoria. Caracas, Venezuela.Psicóloga. Profesora universitaria. Egresada del Programa Superior en Escritura Creativa. Tallerista en las áreas de Narrativa, Ensayo Literario y Literatura Infantil. Tesista de la Maestría en Literatura Venezolana. Publicación de artículos científicos y de interés general en revistas impresas y digitales de Venezuela y España. Publicación de textos literarios en revistas digitales venezolanas. Finalista del VII Concurso Internacional de Poesía y Narrativa 2005 y del Concurso Literario No sólo para Abuelos 2008.