jueves, 6 de marzo de 2008

Mónica Griolio

Dolor

Duele.
Este cuerpo agotado duele.
Cada espasmo me retuerce.

Nadie comprende el cansancio que provoca
el sufrimiento encadenado
a la tortura de la existencia.

Y busco paliativos…
y rastreo una mano experimentada
que me inyecte la dosis justa para salir del agobio
y vivir el minuto que me obsequia
un adormilado calmante que me subyuga a otra somnolencia.

Entonces, un éxtasis químico
se apodera de mis sentidos y trasciendo.

La droga persiste un soplo
y el dolor se catequiza en ángel dormido.

Un poco, solamente un poco…
Esta lúbrica sensación
se convierte en dulce justicia,
alucinada y ciega.

Lentamente recorre mis venas
y mis ojos languidecen
en simbólicas imágenes letárgicas.
Ya no es mi cuerpo el que siento.
Ni mi voz la que estalla en gritos dementes.

Mi estrépito se cadencia en canciones al descubierto…
Al descubierto de la piel abominable
y de la garganta que engulle las náuseas
y desabrocha la maraña de los ungüentos.

Suavemente, mis huesos se elevan,
sueltan la carne herida
y explotan en armónicas alucinaciones pasajeras.

Sólo una hora o dos.
Es el tiempo de austeridad que acomete
sobre mi risa tonta que provoca el compás
de la sangre tibia y adicta.

Mi mirada perdida pide un poco más del veneno
que trae minúsculos gozos a mi dolor extremo.

Después… duele otra vez
y cada espasmo me retuerce.


Y ME VISTO DE REINA…

Adhiero a mi costado izquierdo
un pedazo de mi carne que lacera la piel
con tortuosas ofensas a mi feminidad opacada.

Y el amor se aleja al otro costado de la cama
mientras el asco se apodera de sus manos
que también escapan a la piel carcomida
y se escabulle entre excusas
que inventa entre los pliegues de las sábanas.

Y me visto de reina escondiendo el costado izquierdo.
Y la bolsa se llena de desechos
que no puedo barrer como en la casa.

Se acumulan en mi cuerpo,
se esparcen grotescos
y se filtran entre los débiles escollos
que franquean la salida de las excretas.

Y aun así me visto de reina…

Busco una blusa holgada
que disimule la torpeza de mi cuerpo abatido,
que oculte por unos minutos
que soy una especie de engendro
en el que un estoma gobierna mi existencia:
le ordena a mi cerebro que encubra su gracia femínea
que se encapsule en un atado
de dolor, de rechazo y de vergüenza.

Y aun así me visto de reina…

Con el vestido suelto que disfraza
el retazo digestivo que contiene mis miserias,
me resigno a que un gajo abierto
domine mi deseo de morir en el repulsivo placer
que desgrana la idea de que, a pesar de todo,
aún me visto de reina.




Mónica Griolio. 1962, Argentina. Docente. Escritora. -Yo:Desnuda.Ctes.1991 -Jasukavy.Ctes.1993 -Anuario S.A.D.E.Ctes.1994 -Los Descensos Interiores.Ctes.1995 -El Letargo de la Infamia..Ctes.1996 -Antología U.N.N.E. de Cuento y Poesía.Ctes.1997 -Poemas Zafa2.El Mariscal.Ctes.1999 -Historias al borde del abismo.Dante,México.2003 -Medias Negras Cayendo de la Liga. Al Margen.Bs.As.2004 -Antología de Narradores Correntinos y Valencianos.Valencia y Corrientes. Moglia S.R.L.2005 -Tierra sin Mal.Huerga y Fierro.España. 2005 -Poemas de pampa ,mar y sierras.Córdoba.2007.Obtuvo premios y distinciones a nivel local, regional, nacional e internacional.