martes, 1 de abril de 2008

Estela García Cabrera

Yo no soy esa

Me dibujan con alas de cartón,
torpes y rústicas.
Y con las manos rotas.
Como un papel que alguien tiró
en un rincón vacío.

Me dibujan con los ojos perdidos
dando traspiés sobre las nubes,
como cuando el tiempo borra
todo vestigio de fuerza y juventud.

Me dibujan con colores difusos
que se adormecen entre las ramas.
Sin voz. Sin fuerza. Como perdida
en marañas de atardeceres nebulosos.

Así me ven. Así me sienten.
Y por motivos que brotan de las piedras frías,
van quedando rezagadas mis palabras.
Palabras viejas, carcomidas... palabras sin sentido.

Pero en mis manos hay calor
por si lo olvidan.
Y en mi voz aún no se apaga la ilusión.
Yo no camino entre las sombras,
ni entre los guijarros que arrastra el río.
Soy río de aguas que fecundan los campos,
de sol a sol. Aún se escucha mi voz
en el eco lejano de un trueno.
Y mis huellas están frescas bajo el sol.

Me dibujan en blanco y negro.
Con arrugas en el alma y en el cuerpo.
Nada sé. Nada puedo. Estoy rota por dentro.
Simplemente, !No soy!

Me dibujan mal. Yo no soy ésa.
Aún llevo canciones en el alma,
y tiemblo de emoción ante unos versos.



Y puedo andar y andar,
y tejer arcoiris con mis manos,
e hilvanar luceros con mi cuerpo.

Yo no soy ésa. Aún sueño con la lluvia fresca
que se desprende en cascadas melodiosas
para refrescar el alma que habita
entre los huesos.

No. Yo no soy ésa.
Aún puedo amar y amar.
En mis manos abiertas
crecen atardeceres luminosos
y de mi silencio, que aún no se borra,
nacen pájaros y trinos.


Estela García Cabrera