martes, 1 de abril de 2008

Queta Navagómez

Vendedora de instantes

Recostada en el catre
desgastas las pupilas
sobre la tarde vieja
que toca en tu ventana.

Por reflejo has palpado
la convexa esterilidad del vientre,
tocas los senos laxos:
soldados derrotados en contienda.

Tu mano sigue el rumbo de los muslos;
obedientes,
adiestrados al rítmico galope
en tu perfecta imitación de orgasmos.

Rozas el sexo flácido
que envejeció en hoteles,
en esquinas y trueques.

Tu sexo maltratado,
recipiente de semen,
cuenco dónde soltar las frustraciones.

Vendedora de instantes
desplazada de oficio
por carne en plenitud:
olvida soledades.

La tarde te acompaña,
se te parece a tanto estar contigo:
ella y tú
pensativas y tibias,
con su inútil despliegue de oropeles.


MUJER


Mujer de letargos ásperos,
mujer de ciudad perdida,
¡qué tristes tienes las manos!

Manos con grietas de sueños
que se murieron de nada...
avejentadas, rugosas
tercamente rutinarias.

Lavanderas de esperanzas,
remendadoras de anhelos,
que amasan hambres sin tiempo
con espigas de ternura.

Manos huérfanas de besos,
estériles de caricias,
que han perdido la memoria
de juventud y deseo.

Arropas en tu cansancio
unas manos tan heridas…
No les permitas mostrarse:
van regalando secretos
que nunca dirán tus labios.



Queta Navagómez Nació en Bellavista, Nayarit, Mèxico. Es licenciada en Educación Física. Concluyó el Diplomado en Creación Literaria, en la Escuela de Escritores, de la SOGEM de México D.F. Ganadora del II Certamen Literario de la revista Marie Claire 1995. Premio Nacional de Cuento “Álica de Nayarit” 1995. Premio Nacional Bienal de Poesía “Alí Chumacero” 2003-2004, Premio Nacional de Cuentos Campiranos, 2007. Tiene publicados cinco libros de cuento, tres de poesía y una novela