jueves, 13 de marzo de 2008

Adriana Tafoya

Animales seniles

XII

Cuánta belleza carga Susana
es difícil decidir de sus reflejos el más bello

Un hueco, la cavidad de la voz
el arco del pie
la luna del dedo

Su piel es espuma de nata
su vello, una sombra al carboncillo

Regreso para besarla

Camina con la canasta seca de las frutas
que sostiene el teclado de sus dedos
y un teñido vestido
con la fresca tinta de las frambuesas
vaporoso la envuelve
Bella es Susana
le lagrimean los cabellos

Pero se traga el viento las hojas
y caen muy delgadas las aguas
El fruto es la unidad de lo finito
y los pájaros de tan maduros revientan
Se guarda Susana
y tiene miedo
presiente rostros oscuros y añejados
como aceitunas negras
se abriga de soledad
en el recipiente de su casa
escucha resuellos, murmuraciones
el sonido es el golpe de la violencia de las cosas
Grita, insulta
pero la palabra sólo rasguña
Siente que un mar sucio, espeso
la rodea, la aprieta
lame las lunas de sus uñas
le pasa el dedo por la planta del pie
la manosea
con numerosas manos la unta
con la tintura de un sexo
que se vuelve una bestia
de ojos cuajados
Un racimo de testículos
la aporrea, le rellena la boca
Ella, se calla (enmudece)
(No hay nada más frío que las claras yemas de una novia)
Susana es un arroyuelo de cabello
Los ancianos le miran
y son verrugas hinchadas de malicia
Para besarla ya no regreso
Susana se deshace
y desaparece





Animales Seniles

XX
(Ana)
No llores porque se te va a arrugar la cara
Mi madre

Mis ojos tuertos ardorosos y las voces sus prodigios, la muerte se llevó mi seno, mis senos, la muerte succionó mis senos, succionó mi seno y lo engulló como una enorme yema de huevo, mira que me evaporo, pero camino dulce los pechos espontáneos y estoy paralizada, por dónde te abordo anciana, si no te amo y hay que cuidarte, mermo, te succiono te bebo, como beber de un pozo de agua caliente, me pides maquillarte dormida, acojinarte los algodones nasales, podría ser algodón de azúcar, ponerte el vestido blanco con broches, el tocado suave, tejida la zapatilla blanca, pero me pides maquillarte dormida Ana, llenarte la nariz de algodón de azúcar, la jícara, Ana, llenarla con vinagre y cebolla, bajo la caja, me pregunto por qué si no quiero tengo que velarte, cerrar tus tijeras como piernas abiertas y secarte el sudor bajo los senos, el sudor sobre tus pezones, par de gotas dilatadas, tomarte Ana, el cuerpo frágil de carne transparente, torneado de bordes delicados, doblarte, depositarte con cuidado en tu caja, Ana, eres un vestido, un labial, un perfume, una cama, qué sola estás entre tantos hombres, duerme Ana duerme que el dolor te acompaña, me pides que te quiera, ¿cómo quererte si te mueres?, ¿cómo quererte si me espantas?, ¿cómo me acerco al guacal que eres?, cómo amarte, Ana, si estás vieja, acabada, y me besas, besas mis ancianas, todas las ancianas y sus bocas, pero el prejuicio como el dictamen de la supervivencia; lo descubres, me descubres, terciopelos no palpados, me miras, Ana, embárrate del mundo, Ana, una vez te grité te estás ganando el asilo, Ana, pero debo tomarte con cuidado, acurrucarte entre las piedras, el cuerpo sin zapatos, las manos entre gasas, niña anciana, el bisturí el resorte, vístete de novia anciana, un vestido blanco, calado con broches, cuerpo despojado de sus movimientos, acurrucado entre las piedras, cuerpo sin zapatos, Ana, serpiente de piel vieja, carne agua, agua carne, espiral, remolino, feto. No puedo amarte, Ana, sólo te beso, besarte Ana besarte sólo puedo cantarte hasta que te vayas. Duerme Ana duerme, que el dolor te acompaña, dolor de los parásitos, bautizarte con tu bacinica despostillada, el orín de los muertos, el excremento del atropellado, con tu cabeza abierta como la urna de los secretos, qué sola, Ana, y te enlodo los pies, te empapo las manos de aceite aderezado, de agria manteca de cerdo con pulpa seca para que no te vayas, Ana, el jugo que sale de tu caja, dolor de gato bajo tierra Ana dolor a boca abierta Ana no llores Ana que te diluyes llorando Ana, como el aleteo de un puño de pájaros bajo la alfombra.




Adriana Tafoya. 28 de julio de 1974. México, DF. Libros publicados: Animales Seniles (2005) y Enroque de flanco indistinto (2006). Obtuvo el segundo lugar en el concurso de poesía del Foro Cultural El Laberinto 2004, y el primer lugar en el I Slam de poesía organizado por la Alianza Francesa, 2007. Ha sido incluida en las antologías 24 años, 24 poetas del Chopo (DF), Encuentro de Escritores del Oriente del Valle de México (2005), Descifrar el laberinto (2005) y en la memoria del IV Encuentro Internacional de Escritores, en homenaje a Andrés Henestrosa, Guanajuato, 2007. También en las revistas Opción, Crítica, Naufragio, Resurgere, Palestra, La Manzana, Deriva, Una Theta, Ruidos, Encuentos cercanos, Clarimonda, Eje Central, Registro y La Prensa Literaria (Nicaragua) entre otras. Y en los periódicos El Financiero, Milenio y Diario Monitor. Fue conferencista en el Festival Internacional de Ajedrez 2006 y participó en el VII Congreso Internacional de Poesía y Poética BUAP, 2006. Impartió talleres de Poesía y ajedrez en entidades del país. Fue organizadora del torneo “Adversario en el cuadriláterO/07”. Actualmente es editora de Versodestierro y consejo de Metáfora, hoja de poesía.