Recetas infalibles para sufrir con propiedad
I
Jugar a decir
que queremos decir
Te amo.
Una vez dicho
inflar el globo –de colores-.
Meter dentro
el juego de palabras.
Atarlo fuerte
con un lazo de vida.
Saltar un poco
para impulsarlo a huir.
Verlo alejarse,
decirle adiós
con un pañuelo a cuadros.
Y darse cuenta
de que nadie jugaba
a decir que queremos
decir
Te amo.
II ( versión a) Mediterránea
Búsquelo
y si se deja (encontrar)
acorrálelo.
Empiece entonces
a preguntarle, a marearlo.
Trate de averiguar,
justamente,
lo que no debe saber.
Pero, sobre todo,
lo que no le quieren decir.
Oblíguelo,
tortúrelo,
amenácelo.
Sediento, hambriento
y con la piel a tiras...
terminará mintiendo.
Es lo único que sabe hacer.
Llore,
llore amargamente.
Es lo único que usted puede hacer.
II ( versión b) Rusa
Puede que
sea un ejemplar de origen increíble
y diga alguna verdad,
-siniestra siempre-.
El aire empezará a escapar,
goteará fuego sobre la piel.
Nos partiremos en dos
con un aullido.
Lo que sabemos
quedará para siempre
comprimido
entre los
pedazos
acongojados
de lo que quede.
Y habrá que agradecerlo.
III ( versión c) Latina
Decida amarlo:
con las pupilas libres
con la médula enardecida
con la lengua de miel.
Y lógrelo.
Lo pasará tan mal
Que será inolvidable.
Recuerde
que él no tiene la culpa
Es su propia decisión
insustituible.
**********************************************************************
IV : Griega
Sea inteligente
y (crea) suponga
que él se sentirá orgulloso,
Por lo tanto
no cese de crecer
a cada rato.
Después,
pida al cielo,
la muerte.
De todas formas
se la concederá
envuelta en la más amarilla soledad
posible.
V: Medieval
Quítese el corcho añejo;
Saldrán todos los perfumes ocultos.
Rompa puertas y ventanas;
Ventile el alma y los poros a placer.
Despida a los vigilantes perpetuos;
asesine a los dragones,
seque el foso para que huyan los caimanes
y sobre él
extienda
tierra fértil.
Tienda el puente levadizo de oro y plata
Y prepárese para el asalto.
María Dolores Ara, venezolana, 53 años. Me desempeño como Profesora en la Universidad Católica "Andrés Bello" en las cátedras de Lenguaje y Comunicación, Técnicas de Investigación Literaria, Literatura Española y Literatura Latinoamericana. Siempre he dado clase en distintos lugares y a muy distintas personas, y siempre sobre actos de la lengua. Tengo un poemario listo que todavía no sé cómo ni cuando se leerá.
Jugar a decir
que queremos decir
Te amo.
Una vez dicho
inflar el globo –de colores-.
Meter dentro
el juego de palabras.
Atarlo fuerte
con un lazo de vida.
Saltar un poco
para impulsarlo a huir.
Verlo alejarse,
decirle adiós
con un pañuelo a cuadros.
Y darse cuenta
de que nadie jugaba
a decir que queremos
decir
Te amo.
II ( versión a) Mediterránea
Búsquelo
y si se deja (encontrar)
acorrálelo.
Empiece entonces
a preguntarle, a marearlo.
Trate de averiguar,
justamente,
lo que no debe saber.
Pero, sobre todo,
lo que no le quieren decir.
Oblíguelo,
tortúrelo,
amenácelo.
Sediento, hambriento
y con la piel a tiras...
terminará mintiendo.
Es lo único que sabe hacer.
Llore,
llore amargamente.
Es lo único que usted puede hacer.
II ( versión b) Rusa
Puede que
sea un ejemplar de origen increíble
y diga alguna verdad,
-siniestra siempre-.
El aire empezará a escapar,
goteará fuego sobre la piel.
Nos partiremos en dos
con un aullido.
Lo que sabemos
quedará para siempre
comprimido
entre los
pedazos
acongojados
de lo que quede.
Y habrá que agradecerlo.
III ( versión c) Latina
Decida amarlo:
con las pupilas libres
con la médula enardecida
con la lengua de miel.
Y lógrelo.
Lo pasará tan mal
Que será inolvidable.
Recuerde
que él no tiene la culpa
Es su propia decisión
insustituible.
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IV : Griega
Sea inteligente
y (crea) suponga
que él se sentirá orgulloso,
Por lo tanto
no cese de crecer
a cada rato.
Después,
pida al cielo,
la muerte.
De todas formas
se la concederá
envuelta en la más amarilla soledad
posible.
V: Medieval
Quítese el corcho añejo;
Saldrán todos los perfumes ocultos.
Rompa puertas y ventanas;
Ventile el alma y los poros a placer.
Despida a los vigilantes perpetuos;
asesine a los dragones,
seque el foso para que huyan los caimanes
y sobre él
extienda
tierra fértil.
Tienda el puente levadizo de oro y plata
Y prepárese para el asalto.
María Dolores Ara, venezolana, 53 años. Me desempeño como Profesora en la Universidad Católica "Andrés Bello" en las cátedras de Lenguaje y Comunicación, Técnicas de Investigación Literaria, Literatura Española y Literatura Latinoamericana. Siempre he dado clase en distintos lugares y a muy distintas personas, y siempre sobre actos de la lengua. Tengo un poemario listo que todavía no sé cómo ni cuando se leerá.