jueves, 27 de marzo de 2008

Danis Omar Rodríguez

La casa sin paredes ni puertas

A Isabel de los Ángeles Ruano
poetisa navegando
en los vericuetos de la esquizofrenia
y en las calles de Guatemala.



Recorro las calles dolidas, las calles que caen
en el decrépito nadar de los buses,
en las ventanas forjadas entre el hierro,
en los puentes que mueren de amarillos.

Son las once del alma y compiten
entre mi ser y las esquinas grises:
el color de los párpados y las uñas del viento.
Es la ciudad que cae de recuerdos,
la estela de sumergibles y embriagados,
la de bares repletos de tristezas,
con sueños en las esquinas y en el alma.

Una figura viene y yo la encuentro
delgada de tristezas y de esperas,
perforando olvidos en las manos,
desintegrando versos en silencio.

Y me sueldan recuerdos a los ojos
hasta dejarlos con un llanto agreste,
con un llanto nublado y subversivo
en los sonidos que nutren el viento
pertinaces, cual niños de la calle.

Una ciudad crece en torno a ella
aleteando improperios e inmundicias
autobuses sin alma y carros
que vomitan corbatas y levitas.

Tiene esta mujer un nombre de piedra, cielo y agua
un nombre de pedestal, palabra y libro;
un nombre de mariposa, hoja y flor.

Acá, junto a esta mujer,
los abogados pierden juicios y testamentos,
los doctores no encuentran quien les pague,
los sacerdotes no encuentran los pecados,
los generales pierden sus charreteras,
los diputados pierden su indecencia.
Pero los niños no, ellos cantan de flores y partidas,
juegan a vertebrar flor en las calles;
los niños se desgañitan de esperanza
junto a esta mujer que sabe a viento, rima y fábula.

Es poeta dicen, y anda perdida en no se que universos
yo no sé, solo se que la miro
estrenando semáforos y versos
vendiendo frascos de lagrimas y versos,
perfumes embalados entre versos,
noches de calles frías en sus versos,
simpáticos olvidos en los versos
crípticos monumentos con sus versos,
esquinas con vendedores, humo y versos,
calles completas brillando con sus versos,
vendiendo la ciudad llena de versos,
vendiendo aviones que vuelan entre versos,
puentes para dormir bajo los versos,
edificios de vidrio como versos,
oficinas cargadas con sus versos,
piratas que subsisten con los versos,
perros llenos de cólera y de versos,
vendiendo soledades con los versos
y amor y olvido y besos con los versos.

Son las once del alma y yo camino
en la futilidad de escaleras y esquinas
junto al dolor lleno de imprecaciones,
imprecaciones que volcaron sueños,
sueños que no llegaron a la noche,
noche para estrenar lunas y grillos,
grillos que las ciudades desterraron,
desterrados de viento y de milagros,
milagros de indigentes y borrachos,
borrachos que se duermen bajo el puente,
puente para poetas y poesía.

Son las once del alma y ella vuela
entre palabras que prosperan solas
entre silencios que alimentan lunas
entre sollozos que buscan en los párpados
y adentro, muy adentro
del olvido.



Danis Omar Rodríguez, San Antonio Huista, Huehuetenango, Guatemala .Radica en El Salvador.Poemarios: “Por Amor inevitablemente”, 1989 (edición privada), “Por el Camino de Enfrente”, 2005 (Ecoediciones), el poemario infantil “De Olas y Caracolas”, 2007, (Ecoediciones). Y el libro sobre la sordera y la educación de Sordos “Sordera, Comunicación y Educación”, 2006 (Ecoediciones).