jueves, 10 de abril de 2008

Beatriz Pérez Pereda

La loca de Berlín

I

La loca me llevó a su casa
y extendió las manos para que yo viera su mundo

Me habló del desierto
de tardes como naranjas agrias
De su locura que comenzó en la mano derecha
en un concierto de grietas y sombras en la memoria

De un amante que subía cumbres
pero había desistido de escalar su cuerpo

De una amiga mitad oriental mitad poeta
infanta muerta en una tina de hiel y agua púrpura

Al final me dijo
-En mi tumba pondrán que fui náufraga
Jamás llegué a la orilla de otro cuerpo.



II


La loca odia las rupturas
dice son un remolino de agua que rompe tu frente
y anega el corazón de peces quietos

Su pelo aún guarda algo del desierto
de rejas y paredes blancas

A veces usa los zapatos de su madre
para convencerse de que hay cosas que no encuentran su sitio

Sentada de espaldas al espejo
yo la miro suturar sus ausencias
entonces el dolor es un niño
ella la nana que lo rodea.


Beatriz Pérez Pereda, Villahermosa Tabasco, enero de 1983. Poeta, ha sido becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes en el 2004 y 2007; obtuvo el premio de poesía Rosario Castellanos en el 2005. Actualmente reside en Guadalajara.