martes, 1 de abril de 2008

Argentina Casanova

Llanto negro

Hay mujeres que lloran sin lágrimas
esas que tienen un llanto negro en los ojos
de las que vieron a sus hijos muertos antes de nacer
sin ir a una batalla o a soltarles la mano en un parque
Les duele algo que ya no está.
ese espíritu olvidado hasta por Dios.

Sólo su cuerpo tiene memoria de lo que existió en él.
Les queda el dolor, un útero vacío.
Los ojos prestados para ver el amanecer
Una voz sin boca repite las oraciones
una fe que no otorga reposo a la furia de sus almas


A dónde van los muertos que nunca vivieron
aquellos sin recuerdos propios
a dónde los niños de juegos inconclusos antes del principio
el deseo de un cuerpo inerte desde el río mismo de la vida.

Sin una lápida
apenas un nombre en la memoria de sus madres


Mujer de mal


Tengo bajo la piel el aliento de la muerte
hierve dentro de mi y me hace pronunciar su nombre
mi cuerpo deja de ser latido
es un clamor al cielo desde los márgenes del infierno
el tiempo no transcurre
el dolor no se detiene desde su profecía

-Nunca salí de este foso
cambiaron las lunas
hubo otros soles y la muerte no me dejó partir-
Estoy en espera del último día
¿Cuándo veré a las aves emigrar de esta tierra?
En el abismo de mi cuerpo hicieron el río donde nació el dolor
Tantas lágrimas dejaron sequedad
no hubo llanto para los años venideros
me revuelvo y mi voz es el grito del animal

Una vez más el alma vuelve por el cuerpo
sin el latido de vida
ese asomo de voz que lo hace humano
También dentro de nuestros cuerpos hay abismos
ausencias que se prolongan hasta abarcarnos todos
contagian lo que tocamos
Mi cuerpo
el agujero de todos los tiempos
Algunos seres albergan dentro de sí la muerte
se les aloja en el vientre
incapaces de dejar a Dios darle espíritu a su progenie.


II

Caja de Pandora son mis pechos
Guardaron la esperanza en un rincón de la carne
-la muerte no pudo quitarles la razón-

En las caderas encontró el refugio
en la quietud del recuerdo tuvo forma y corazón

También de un vientre nacieron las fatalidades
-la quietud la muerte el abandono-

En el espejo me miro y veo a Gorgona
La mujer de piedra devoradora de sus hijos
canta los versos de las abandonadas
-un llanto lejano a la misericordia-

Sus huesos serán más que polvo al morir
pemanecerán por los siglos de los siglos
Con sus lágrimas tejerá un collar
Bordará en su pecho las flores del paraíso
en la eternidad habrá tiempo suficiente para contar las noches
-para reunir las gotas de sangre que lloraba-.


Argentina Casanova, nació en Campeche, México y ha ganado los Juegos Florales Nacionales de la Universidad Autónoma de Campeche, México 2007, el Premio de poesía en los Juegos Florales Nacionales “Anita Pompa de Trujillo”, Hermosillo, Sonora, 2007; Premio Estatal de Poesía “De Mujeres para Mujeres”, 1999, -Premio de Poesía Estatal “Por Nosotros”, 1993, otorgado por el Gobierno del Estado de Campeche