lunes, 19 de mayo de 2008

Eugenia Toledo-Keyser

EL ECO

Entre a los bosques y mis poemas fueron un puro suspiro entre el follaje.
Subi a las montanas para lanzar mis versos al vacio y descubri el eco.

Como Moises alzando ambos brazos, pronuncie mis palabras,
Mil voces me contestaron y rebotaron en mi cuerpo.
El eco y yo dialogamos.
Me permitio hasta acariciarlo.
Repase sus rasgos curvos con mis dedos.

Baje de la montana esta manana. Caminando las calles de la ciudad conocida,
el eco se reflejaba en mis ojos, mientras iba unos pasos antes que yo.
Iba recitando aquellos versos que le cante y que aun salian de mi cuerpo,
texto quebrado, lenguaje inutil de mujer al mundo.


ARIADNA

La vida es el laberinto que vive en el calendario.
Es el Minotaurio sangriento del tiempo,
esperando en cada esquina, en cada vuelta,
devorando las ilusiones de los incautos.

La madeja que llevo en el bolsillo cercano al corazon
me protejera hasta que vuelva Teseo,
tal como fue escrito;
aunque ha demorado tanto, que cuando llegue
va a encontrar solo el laberinto de mi oreja,
mi pulso perdido y la tierra descuartizada.


Eugenia Toledo-Keyser, chilena de Temuco, viviendo en Seattle, USA. Doctora en Literatura Española. Critica literaria, poeta y aficionada a pintar collages y hacer libros artisticos a mano.