lunes, 4 de febrero de 2008

María Victoria Campos Pérez

Mis pequeños angelitos
(Para Manuel y Aaron)


Todo está en silencio
la casa, el parque, el colegio …

Una madre que sufre
la muerte de sus niños.

MANUEL y AARON … pequeños míos
MAMA recordara por siempre
vuestras sonrisas
en aquellos juegos;
y venerará por siempre
aquellas motos y lunas
que tanto os gustaban.

Recordaré día a día
el corretear por la casa
con tanta alegría.

Tan feliz he sido al tenerles
que hoy ante la ausencia
de mis niños,
sólo puedo pedirle al cielo
que en mi dolor de madre
el señor os acoja.

Tan vacía quedé aquella noche;
la noche fría y cruel del 8 de Julio
que grité y lloré por despertarme
de aquella pesadilla.

Supliqué vuestro regreso
hacia la vida;
y contuve mi dolor por la venganza.

MAMÁ jamás se apartará
de vuestro lado, y aunque ya
no estéis conmigo en la presencia
siempre serán “Mis Pequeños Angelitos”.
“En memoria de los pequeños Manuel y Aaron de 8 y 3 años de edad fallecidos a manos de su padre el 8 de Julio del 2004”. Y en memoria de todas aquellas mujeres y niños fallecidos; y sobre todo por vuestra madre y por tantas otras que sufrimos la venganza de esa forma hacia nuestros hijos.
Por lo frágiles que somos al no dejar a quienes se convertirán mañana en nuestros asesinos
y por la fuerza que a más de una nos impulsa a gritar lo que nos pasa.
Por todas aquellas que un día decidimos
contar nuestra tragedia y por aquellas que aún no se deciden a escapar de ese tormento.
Sé que no es fácil … yo lo he vivido…
pero si esto sirve para que tú que te encuentras confundida puedas lograrlo y
gritar como nosotras sabré que al final este mensaje podrá ayudarte a salvar el derecho más preciado que tenemos “ LA VIDA “ que
es la nuestra y la de nuestros hijos.
María Victoria Campos Pérez
(Lo vivido no se olvida pero nos ayuda a crecer espiritualmente y la fuerza que nos impulsará hacia adelante se convertirá en nuestro mayor logro).



SOLA
(A las mujeres maltratadas)

En la soledad
estoy anclada,
como un barco que sin rumbo
se dirige hacia el olvido.

Inerte en un mar de recuerdos
que de dolor inundan mis sentidos.

Pobre y sencilla fui para ti
tan lejano fue tu amor hacia mí
que jamás pude alcanzar tu puerto.

Te creía hombre …
Te creía sabio …
Te creía mío …

Y por creer en ti
y por creer en nuestro amor
sola quedé; sin rumbo.

Perdí tu puerto, tu barco y tu recuerdo
y más aún …
perdí mi vida, mi amor;
y mi persona .
María Victoria Campos Pérez.Santander, España.