lunes, 31 de marzo de 2008

Lauren Mendinueta

Autoabandono
Apenas ayer tenía cuarenta y nueve años.
Hoy, primera mañana de abril de 1977,
Busqué mi rostro en el espejo,
mi rostro aún más roto
en el espejo roto del baño.
Cuerpo mío inasequible
¡¿por qué sigues terco reflejándote?!
Soy culpable de vivir.
Puedo verte derruido
y en el pasado también fresco y tembloroso,
todo tu peso sobre la liviandad del sueño.
Te vi caminar por entre las dentaduras cariadas
del puerto en la niñez,
correr sobre piernas esparcidas
como por entre robles,
cobijarte en las manos sudorosas de ciudades trajinadas
y dar el pecho a infantes que en vano
buscaban líquidos distintos de la piedad.
Te vi, cuerpo,
descansar el rostro sobre la tumba modesta
que ahora evoca tu propio rostro.
Soy casi un escombro,
una mancha indistinguible
en los espejos de asilos y supermercados.
Sé que estoy viva porque siento dolor;
el cuerpo es una prolongación
absurda y obligada de la mente.



A LA DOBLE QUE SOY

Hay fotografías en las que no me reconozco.
Mi yo cobarde al mirarlas
me obliga a pensar que existo en una sola,
y no en la suma de quien soy
con esa otra que me suplanta en la imagen.
Cuesta creer que la desconocida también soy yo,
esa mujer suspendida y fea
con un rostro que sin ser mío no es ajeno.
Entender el mundo bien puede ser eso:
aceptar que soy esa a quien desconozco.

Lauren Mendinueta nació en Colombia en 1977. Empezó a escribir en 1997 mientras trabajaba como bibliotecaria en una pequeña aldea de su país. Desde entonces ha publicado nuevo libros en los géneros de poesía, ensayo y biografía. En el 2007 obtuvo en España el Premio Internacional de Poesía martín García Ramos por La Vocación Suspendida (Point de Lunettes, Sevilla, 2008). Antes había ganado tres premios nacionales de poesía en su país. Sus poemas están traducidos al Italiano, inglés, alemán, ruso y portugués. Desde el 2005 reside en Europa.